lunes, 31 de mayo de 2010

El Resplandor (por Enric Montefusco)

Una vez más, me entrego a los versos de Montefusco. Trágicos, duros, oscuros...
Una canción muy buena, realmente buena.


Una vez al año algo me empuja en dejarlo todo.
Otro desengaño más y me voy a lanzar al New Age,
y a tomar por culo.
Todos mis amigos montarán una coral para pedirme por favor
que vuelva.
Y solo habrá persianas,
y en la puerta telarañas,
y se oirá en mi habitación
canta la imaginación.
Vuelve, vuelve, vuelve, vuelve, vuelve (x4).
Pero sólo habrá un contestador
sólo habrá un contestador.
Has llamado a la casa del resplandor
ahora estoy durmiendo con un hacha en el pecho.
No me encuentro demasiado bien, hoy no
hoy no quiero hablar contigo
hoy no puedo hablar contigo
y mañana tampoco y mañana tampoco.
Estaré aprendiendo
estaré entendiendo
la suerte de poder bajar la guardia,
el arte de saber con quién.
Yo sólo necesito cariño.
Tú sólo necesitas respeto.
Yo sólo necesito atención.
Y quizás habrá que buscar
en otro lugar
en otro lugar.

"El Resplandor"
II. B. pasa de querer comerse el mundo a esconderse en una parcela
Standstill - ADELANTE BONAPARTE (2010)

domingo, 30 de mayo de 2010

Bob VIII: La cornisa, el guía y el espejo.

Era el momento de saltar al otro lado.
De un filo a otro distaba escaso metro y medio, pero suponía demasiado. En medio, un inmenso abismo oculto entre nieblas. “Una gran caída” pensó.
Bob acabó en ese filo, en ese fin del mundo en que había estado viviendo. Ahora quería coger carrerilla y saltar, dejarlo atrás.

Dicen que antes de dar un gran salto uno tiene que estar convencido. Muy seguro de lo que va a hacer, del salto, pues volver atrás no lo permite el reloj, y sería un engaño. Algo bien distinto sería no saltar, pero sí seguir en ese borde y buscar otro al que saltar, diferente al que tiene ahora enfrente, ahí mismo.
Pero Bob no se sentía tan seguro como parece que hay que estar en esas historias que todo el mundo cuenta. A veces hay que saltar aunque no se esté seguro del todo, porque ¿quién sabe si esa cornisa fina de tierra mañana se resquebraja y se cae, quedando más lejos que ahora?

Cuando llegó a la encrucijada no se acordó del tiempo y la tierra tras sus espaldas. Fue entonces cuando apareció un guía en aquella nueva cornisa. Un guardián del umbral de las nuevas extensiones. Hizo éste un movimiento circular con la mano al ver que Bob estaba a punto de saltar, y apareció un espejo. Tal aparición coincidió con un rayo de luz que lo deslumbró, y al incorporarse, Bob vio sin proponérselo aquella tierra que había pisado, y recordó aquellos tiempos en que aún estaba en el camino que la recorre. El guía le advirtió:
- Has de saber que toda acción repentina deja una idea que se evapora con el viento. Estoy convencido de que quieres saltar, y te acompañaré en este nuevo camino en que quieres adentrarte. Sólo te pido que esperes a que el puente esté terminado, y que esta cornisa se afiance. Así, tu intento de entrar no será en vano. Más he de advertirte: al entrar en estas tierras, por tu propia voluntad, tu eres aquí el invitado. No eres el dueño de estas lindes. El espejo te será de ayuda. Tú decides entrar, pero no eres el que debe mandar. Atente a las consecuencias que tus actos traerán.

Bob hizo caso al guía. Soltó el fardo, retrocedió unos pasos, se acomodó y se percató de que el guía no estaba en la cornisa de enfrente. No obstante, el espejo seguía allí. Dirigió su mirada al infinito mientras que el puente seguía construyéndose. No sabía si la construcción iba a ser rápida o lenta.
"Es hora de reflexionar…" se dijo internamente.

domingo, 23 de mayo de 2010

[[Nota a los lectores]]

Hola a tod@s,

Intentaré ser más claro, menos resbuscado.
Más transparencia y menos recovecos en imágenes y descripciones.
Siento perderme en la complicación. Pido disculpas.
Ahora, más claridad :)

Kalle Eremit

sábado, 22 de mayo de 2010

Carta imaginaria al falso anónimo

(12 de Mayo de 2010, revisión el 13/5;  Coda: 22/5)

Dedicado a CaleX,
que reclamó la desaparición de la carta.


Olvida por un momento la ciencia de las palabras.
Olvida la evolución humana y la especie y todo eso que sobra ahora mismo.

Al leer ésto:
“Mucho más difícil, encontrar a personas que se "atrevan" a iniciar la comunicación contigo”
y pensar:
Mucha gente habla conmigo, de lo que sea. No lo entiendo, ¿no será que no te atreves?
revela mi error. Te confundí con otro.
Eso derrite mi patina protectora: aún sigo en el fango.

Mis historias no me las creo. Las escribo como una forma de quitarme la metralla de tu impacto. Ahora están cerrando heridas. Sin querer o queriendo explotaste esa bomba (sin quererlo, apuesto, pero la explotaste). No hace falta que adivines que he estado muy enamorado de ti, y ahora aún quedan, como ya he dicho, restos del estallido.

¿Sabes? Lo más interesante de todo, es que te entiendo, te oí y cedí todo lo que tengo, y te comprendí. Entiendo –de verdad- cómo has estado estos años, pero eso no te exime de tus actos. Aunque no me creas, te entendí y te entiendo, y siento en el fondo lo mal que lo has pasado. Pero, seamos sinceros: eso no te exculpa de todo esto.

¿Te duele? ¿Te sientes culpable? Lo siento, yo también me siento dolido.

No soy egoísta. Mi mundo, como sabes, está lleno de muchas podredumbres y no me recuperaré tan rápido como otros –lo sé-, pero sí lo haré mejor.

Con el estrés, y este barullo de vida, todo se ve turbio, desenfocado. NO quiero verlo distorsionado.
Y lo peor de todo, es que te entiendo. Para bien y para mal, ambos somos muy sensibles.
Lo siento por ti, pero ahora mismo me quedo aquí, mis heridas estoy lamiendo.

Pongamos signos de puntuación; pasemos página. Capítulo nuevo.
¡Pero qué pesa esa última página...!
Ya queda poco, y de lo poco que queda, dando paso al apaciguador silencio,
voy a terminar por solventar uno de los últimos puntos:
escribir de ti.

[...]

Ya no escribo de tí, sino de mí;
       como bien reza el título es una carta imaginaria, a un falso anónimo, a un anónimo que no existe, ni en nombre ni en anonimato. Sólo he tomado una voluta del humo que sueltan experiencias de la vida (mi vida) y he reconstruido un cigarro surrealista, sin filtro, sin tabaco, sin más contenido que la negrura hecha virutas.  Sólo esa voluta es cercana a esa vida que es el cigarro que se consume. Muchas frases reales para una realidad desfigurada. No hace justicia a la realidad, aunque inspire rebeldía y esencia del pasado.
 Es fácil de entender, no hay más que hablar.
¿Una imagen clara?: El morado mortecino ha dado paso al blanco virginal.


LA REALIDAD NUNCA ES JUSTA - ES LA QUE ES.
TODOS LLORAN, TODOS AMAN, TODOS RIEN, TODOS AÑORAN,
CASI SIEMPRE SIN JUSTICIA.
No es justo que escriba ésto, pensarás. No te lo tomes en serio, tan en serio;
pero tampoco caigas en el pozo de la relatividad.
LA RELATIVIDAD SOLO LLEVA A ESQUIVAR LA REALIDAD.
Y LA REALIDAD NO SE ESQUIVA,
TE SUCCIONA Y TE ATRAPA.

domingo, 16 de mayo de 2010

Bob VII: La Playa

A veces Bob piensa en la playa. Le ayuda a pensar en un nuevo mañana. Limpia como un día nuevo, sin estar “en talleres”, sin mirar atrás, y estar abierto al después.

Le recuerda a esos días veraniegos de su infancia. Le encantaba ver cómo el coche iba colina arriba, colina abajo, entre olivos, luego pinares, y la arena. Buscaba en cada pliegue algún indicio en que el cielo se cortase secamente y le siguiera una capa de azul oscuro. Y era porque debajo de ese azul, el contraste con la arena lo hacía mágico. No ha sido plenamente consciente de todo esto hasta ahora, porque piensa en la playa como símbolo de la juventud y esperanza. Juventud en cuanto a limpieza, frescor, libre de prejuicios y agobios, sin ayer, y sin mañana, sólo el ahora…

A la vez, la playa le resulta nostálgica. Reflexiva, solitaria, punto de meditación. Cada vez que ha pasado una temporada en la playa (más de un día) ha sido como poner una película en pausa: “a ver, ¿qué ha pasado hasta ahora? ¿A dónde hemos llegado? Bien, pongamos todo en claro antes de continuar a cualquier otra parte, porque si casi todo falla es que yo también fallo”. Hoy, Bob no sabe nada del mañana, y el ahora lo está tirando poco a poco por la ventana, sabiendo que no está bien, pero que no quiere hacer otra cosa que ver como grano a grano la arena cae y se lo lleva el viento que lo separa entre su mano y el suelo veintiún metros más abajo. ¿El futuro? No existe.

Como el Ying-Yang, blanco y negro, frío y caliente, pasión y tristeza.



sábado, 15 de mayo de 2010

"Your Ex-Lover is Dead" por Stars

Qué cancionaza, qué discazo, que buena música... arggg!!



(When There's nothing left to burn, you have to set yourself on fire)


God that was strange to see you again
Introduced by a friend of a friend
Smiled and said 'yes I think we've met before'
In that instant it started to pour,
Captured a taxi despite all the rain
We drove in silence across Pont Champlain
And all of the time you thought I was sad
I was trying to remember your name...

This scar is a fleck on my porcelain skin
Tried to reach deep but you couldn't get in
Now you're outside me
You see all the beauty
Repent all your sin

It's nothing but time and a face that you lose
I chose to feel it and you couldn't choose
I'll write you a postcard
I'll send you the news
From a house down the road from real love...

Live through this, and you won't look back...
Live through this, and you won't look back...
Live through this, and you won't look back...

There's one thing I want to say, so I'll be brave
You were what I wanted
I gave what I gave
I'm not sorry I met you
I'm not sorry it's over
I'm not sorry there's nothing to save
I'm not sorry there's nothing to save...

martes, 11 de mayo de 2010

A propósito de las palabras

Se ahogan.
Se entierran.
Se maceran.

Se petrifican para ser convertidas en esculturas del olvido, de caliza o mármol, sin más policromía que el paso del tiempo.
La suerte que tenemos todos es que poco a poco, el tiempo pasa. Siempre pasa, el reloj nunca se para, y las palabras se van con él, como el rótulo de “The End” perseguido por los créditos del cast & crew.

Tras el horneado, el bizcocho está caliente, húmedo y humeante, cuya fragancia impacta con asesina certeza en la raíz de la pasión. Al día siguiente ya no huele tanto. La cocina apenas recuerda la sesión de repostería, salvo por el pastel que ya enfriado, espera a ser degustado. O llegará el proceso de las palabras de las que hablábamos antes: se petrifica. Se convierte en “escultura” (física) culinaria.
Y, como el rótulo que pone punto final a una película (o que la abre), e igual y más cercanas al pastel que caduca, las palabras poco a poco van marchitando, van quedando sin efecto, pierden su olor, su fragancia, su incandescencia; van siendo mero recuerdo de la tarde de cocina, fotofinish de la Grecia clásica, una cariátide sin techo tras un terremoto que la congeló en el tiempo.

Tiempo congelado, como un segundo resaltado de un minuto ya marchito, perdido en las arenas de un reloj anticuado.

Las palabras se ahogan, se entierran, se maceran, se petrifican,
y quedan atrás como un retrato sin imagen
de un momento pasado a símbolos,
arrastrados por el tiempo.

No pierden importancia,
pero la vida de sus almas,
se pierden con el tiempo.



PD: aunque hayan pasado unos días, el bizcocho sigue conservando su sabor.

domingo, 9 de mayo de 2010

Mission: Failure

Recordó unas fechas como éstas, hace un año. Jugaba a ser niño, a vivir una película, un Romeo y Julieta de Fellini, con tintes de Verano Azul y sabor de película romántica francesa.
Volvía a su casa. Pasó un tiempo con su padre esa tarde, y tras ponerse un poco al día de sus vidas, se dispuso a abandonar el portal.
-Venga, (dos besos) hasta luego!
- Hasta luego.
Y justo en ese momento, salió él, dirigiéndose en la otra dirección. Disimuló en la despedida, pero la curiosidad y la rabia hicieron imposible evitar averiguar a dónde se dirigía aquel individuo, y para qué. Se sabía el nombre, se queda grabado el nombre de esas personas...
Se puso aquella música reiterante, para inyectarse adrenalina, mientras que esperaba 30 segundos para que subiera su padre arriba, y dar distancias al segundo.
Distancia: 30 metros. Velocidad media: 1'6 pasos/segundo. Piloto automático psicomotriz: Encendido.
La persecución de incógnito se inicia...
No podía creer que estuviera haciendo eso, esa chiquillada. No podía evitarlo. Una fuerza mayor interna que le instaba a averiguar no-sabía-qué de aquella persona que él sí conocía de fotografías. El otro ignoraba tal cosa: situación perfecta. No problem, dude.
¿Qué buscaba? Nada... "Para qué seguirlo, ya no hay 'nada que temer'; hmm... ag.... tengo que seguirlo, será infantil, pero si no, cuando haré esta travesura? Vamos". Lo siguió unos 20 minutos, calle arriba, cruzó una avenida, pasó un mercado que rodeó por el oeste para atravesar la estación de autobuses. "Vendrá a recojer a alguien con quien habrá quedado..." Comprobó no haber sido descubierto. Todo en orden, "proseguimos".
Rodeó la estación y se situó a 25 metros frente a la puerta principal. Perdición. Mala suposición: pasó de un lateral a otro de la estación cruzando los andenes y adentrándose en el primer parque. Un atajo. Era un maldito atajo. Empezó a correr, y a seguir 2 rutas posibles a continuar a partir de la puerta lateral. Mission: Failure.

Ya de vuelta, música excitante en los auriculares, reflexionó sobre la última media hora de su vida. Todo fue más cuidado que este precipitado texto de las cajas negras de su cabeza.

Pero de eso ya hacía un año y era un episodio cómico-absurdo. Una anécdota.

Se sabía el nombre, se queda grabado el nombre de esas personas... que tienen ese prefijo: su "ex".

sábado, 8 de mayo de 2010

Canción para derribar recuerdos (by Zahara)

Cambia de dirección,
sal corriendo.
Es hora de volver
cada uno a su lugar.

Si digo no quiero decir que no,
no mires a escondidas.
No es por esta vez, ya van cientos, lo sé.
Créeme cuando te diga:

"Cambia de dirección,
sal corriendo.
Es hora de volver
cada uno a su lugar".


Apaga la luz, no se te ocurra pasar,
y enciendo mis bombillas,
¿Recuerdas la vez que te quisistes marchar?
Yo no impedí tu huída; sólo

Cambia de dirección,
sal corriendo.
Es hora de volver
cada uno a su lugar.

El tiempo y la distancia,
las horas que vendrán;
ya no me importa nada
y nada de eso va a pasar.

"Cambia de dirección,
sal corriendo.
Es hora de volver
cada uno a su lugar".

Cambia de dirección.

(por Zahara)

jueves, 6 de mayo de 2010

You beg me for silence,
Instead the verb, absences.
I only throw the crap out,
To avoid screaming so loud.

'Heart' is a word that seems 'Hurt' too much.
I don’t pretend to offend you,
But if it causes that,
Maybe you should tell yourself
“I don’t want to, but I made it”

I’ve never wanted to hurt you at all,
I only throw the crap out,
Reaching the pit in the ground,
I avoid to scream so loud.


That crap becomes in words
'cause of my caleidoscopic mind.

lunes, 3 de mayo de 2010

Reflexiones Cortas II: Dissolved

Sueñas que sueñas.
¿no es acaso demasiado triste?
Te faltan sueños para soñar con sueños (dentro de un sueño).
Soñar con la esperanza no es tenerla, sino añorarla.

domingo, 2 de mayo de 2010

Bob VI: Psicoromántico buscando la paz emocional

Las puertas están abiertas.

Se dispuso a salir por la puerta de atrás, por el callejón y dirigirse al centro. De repente, se dió cuenda de que estaba en una película. Los lugares por donde pasaba todos los días ahora resultaban tierras ajenas. Era toda una aventura. Empezó a caminar. Torció a la izquierda por una calle llena de naranjos en flor. Después a la derecha, hacia un cruce principal; izquierda, derecha, y otra vez izquierda.
Ya podía oler esas tierras en las que iba a entrar. El aljibe en el margen de estribor, el apóstol a babor, y de la mano del almirante atravesó las puertas de la ciudadela. Una sensación extraña se adueñaba de él. Como vigilado sin que nadie le viera, extraño, cohibido, como en una fiesta a la que no estás invitado.

Bob siguió andando. La marea de gente seguía pasando. Ejecutivos, niños de la mano de sus padres acudiendo a clase; algunas van de compras, otros fotografían las escenas.

A nadie le importa,
nadie le está echando fuera,
nadie le recrimina nada,
nadie le espeta “aquí no eres bien recibido”.

La tierra por la que pasaba antes no le era ajena. Aquel callejón romántico, aquella galería independiente de arte, el olor a albero, el olor a humedad verdosa de los jardines resguardados tras los muros de casas centenarias, las charlas distendidas entre damas de noche y azahar, uva fermentada y cebada fría.

Atravesó la zona hasta llegar a uno de sus límites, dejando la muralla a la izquierda, pasando por la fuente que humedecía antaño las nicotianas. Llegó a un barrio ajeno a La Zona tras cruzar el río. Se sentía liberado, además de entretenido porque tenía compañía esa noche.

Rodeo grandísimo, y vuelta rodeando las murallas. Tranquilo, porque no olía a uva fermentada, cebada fría, azahar ni verde húmedo.

Basta ya.
Se acabó.
No más palabras.
No lo vale. No las merece.
¿Y por qué tantas?
Porque se siente solo...

Bob cogió su mochila, espalda erguida, de frente. Con muchísimo trabajo, cara al frente, aunque se caerá mil veces más, decidió tratar de romper el viento, despejar la niebla, tirar las estrellas y la Luna, y poner unas nuevas. ¿Qué no las tiene ahora? Tranquilícense, ni en un día ni en siete, poco a poco se construye un mundo.

Bob no estaba feliz, pero nadie lo está cuando empieza de cero, ¿verdad?.
A veces, hay que hacer girar muchas veces la rosca para que prenda el mechero y empezar a mirar.