domingo, 30 de enero de 2011

Azul oscuro casi negro

Preparó un lienzo nuevo. Las pinturas listas, óleos y en su mayoría acuarelas ligeras, que hacen que el pincel vaya solo, como flotando por ese tapiz azulado especial que quería inaugurar.

Era un tapiz único, original, sin una forma reconocible, ni arquetipos identificables, ni abstracciones imaginables; había que descubrirlo y dejar que las pinturas hicieran de él algo bellamente impensable. El pincel escogido era estilizado, elegante y a la vez sobrio, adecuado a sus manos habilidosas, creado especialmente para esa ocasión... pero lamentablemente no pudo siquiera rozar la paleta de pinturas...

Disimulando los dibujos que, resquebrajados, dejó bajo su piel, se marcha antes de que vuelva a aparecer... El polvo comienza a acumularse rápidamente ante el lienzo nuevo, intacto, pero que no tenía dos días, teñido ya de añil, acercándose hoy día casi al negro noche cerrada.

3 comentarios:

aiRin dijo...

Bonito. A mi me gusta mucho interpretar las etapas de la vida con un lienzo o pinturas...Y cuando está todo patas arriba, me gusta empezar el cuadro, usando mis mejores pinceles :) Un fuerte abrazo

Juan Luna dijo...

Tienen tus textos un transfondo de melancólica tristeza que es común a todos ellos. Eso, sin lugar a dudas, es un reflejo claro, un espejo evidente, una imagen clara para todos aquellos que sepamos verla, del estado de su autor, que, enmascarado en una careta de pretendida alegría, descubre que su sonrisa es falsa, porque por dentro...no sonríe. Tengo ganas de que me muestres una explosión de alegría gozosa y sé que algún día lo harás, pero, hasta entonces, no le eches la culpa a la vida. Un abrazo.

Kalle Eremit dijo...

Gracias aiRin :) Creo que has dado en el clavo Juan Luna, yo también tengo ganas de esa otra cara, seguiré en su búsqueda. Un abrazo

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