sábado, 31 de julio de 2010

Evidencias


No me obligues a hacerte la ola,
porque eres tú sola,
la que se empeña ahora,
en acabar el cuento.
Y no me arrepiento,
de untar ungüento,
en las cicatrices recientes
por tu inmadurez candente.
Mañana parto a mi retiro,
tabula rasa con el pasado,
el cual tu sólo has manchado
una parte minúscula, un suspiro.

2 comentarios:

  1. interesante, me haces leerlo 2 veces para pensar lo que ocultan los versos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Sólo traté de plasmar una impresión de aquel día. De un sólo trazo y mínimas correcciones. :)

    ResponderEliminar

Todo comentario y/o reflexión será bienvenida. Ahora bien, yo no te he insultado y te respeto. Espero que sea recíproco. Muchas gracias.

Entrada destacada

La anestesia

Rutinas colectivas, tu escritorio, tu puesto de trabajo por inercia. El miedo a virar por no conocer qué hay en la carretera. ¿Te has ...

Entradas más populares