Donde el hastío es algo efímero,
la vergüenza es el agua,
el primer plato la amargura,
el segundo la acidez macabra,
y el postre la dulce soledad,
ahí, ahí, ahí ...
No recuerda mayor período
que aquel mes y medio,
tras ese fugaz beso inconcluso;
un pasado tan turbio
rugoso, casi inexistente.
Unas vivencias decadentes,
una fantasmada,
deprimente.
Es esta una visión equívoca,
marchita, falsa, y martirizante.
Ahora, más justos y más realistas,
son los versos abajo resultantes:
Solitario pero acompañado,
sigue su camino a pesar de dificultades,
muchos ojos le hechizaron,
todos bien plagados de muchas salvedades.
Enfadado con el destino,
cuyo trayecto no discute,
todo acto, lento como el vino,
efecto negro, le repercute.
Sigue solitario
su búsqueda de acompañante,
a veces firme y con aplomo,
otras cabizbajo, torpe y rechinante,
mira alrededor ¡todos pares!
el busca su luz, ¡nadie lo asalte!
Te busca a ti,
sí, a ti que aún no eres visible,
para darte todo y más;
y del par hacer uno solo,
de acero,
indivisible.
4 comentarios:
Muy profundo y reflexivo tu poema tío. Cuando lo leo me da la sensación de que el poema te ha servido para exprimirte por dentro. Lo veo como un breve resumen de las reflexiones que te rondan a menudo. Y lo comparto. Enhorabuena, nunca había visto un poema tuyo y me ha sorprendido para bien!
Un abrazo!
Muy bonito, enhorabuena! estoy de acuerdo con Juan ;)
Muchas gracias a ambos!
La verdad, no estaba muy contento con el poema, pero viendo que gusta pues... jeje :)
Buen poema. Comparto las opiniones al respecto anteriormente expresadas. Es, en cierto modo, como si una batidora te hubiera sacudido por dentro, hubiera remezclado los ingredientes de experiencias aparentemente marchitas, para, al final, dar con la guinda del pastel (esa ultima estrofa de unión tras el lamento).
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