Anoche soñé contigo.
Estabas de vacaciones con tus amigos, pero para mí no estaban ellos.
Te miraba, te relajabas en aquella piscina.
Ojos cerrados, cara de tranquilidad.
Te dejabas flotar, haciéndote la muerta, la cabeza sumergida hasta las orejas.
Mil fotos llegué a contar,
Sobre esa postal,
Azul, blanco, y piel.
Repetidas en ráfaga sin parar,
Sin pensar el tiempo a gastar,
Oasis onírico sin hiel.
No tiene sentido que te vea ni en sueños,
al menos es lo que pienso.
Relax estival y un respiro entre las dos partes.
Sin embargo, aquí apareces,
en mi subconsciente veraniego.
Como el saliente de tierra frente al vacío,
Como ese barco que a la nada se enfrenta,
Como ese espigón que en el mar se adentra,
No me preocupa lo que viene; ni calor ni frío.
Ni tu melena azabache,
Ni el sol de poniente.
Prefiero una primavera apalache,
y no lo que sentía antes,
que no era ni frío ni caliente.
Rimas banales, rimas de brocha gorda,
letras vulgares, lírica simple y mocha.
Versos intrascendentales,
Pero ¿los tiro por la borda?.
2 comentarios:
Ni se te ocurra tirarlos por la borda, porque entonces tendremos que tirarnos a las gélidas aguas de los pensamientos oscuros tras su rescate y, cuando estás en esas, no hay traje de neopreno que valga.
Gracias a la literatura y sus recursos, sabes bien que es una pregunta retórica.
He corregido el párrafo 3 y la puntuación del 4, para dejarlo como debe estar.
No puedo tirarlos, pero sí volcarlos a este blog :)
Gracias por caminar una vez más por esta calle :)
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