En el miedo a perder, la inseguridad se pone una coraza defensiva para aparentar ser su opuesto. [...] lo identificamos vestido de orgullo, soberbia, impaciencia, agresión, ira, autoritarismo, fanatismo y toda su corte de afiliados.
El miedo a enfrentar, en el papel de víctima se disfraza de pudor, timidez, susceptibilidad, cobardía, indecisión y todas las tonalidades de auto destrucción e inferioridad.
El miedo a ser abandonado trae consigo los celos, la posesividad, la vanidad, la sobreprotección, la baja autoestima, y la necesidad de manipular.
Y el miedo a la muerte porta muchas caretas, entre ellas: la desconfianza, la tacañería, los apegos, las fobias, la rebeldía, y la histeria.
fuente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entrada destacada
La discontinua
Caminar al otro lado de la discontinua. El mundo haciéndose trizas, nadie a nuestro lado, ni tú, ni yo, ni nadie. Sálvese q...

Entradas más populares
-
Leí en otro blog hace unos minutos que los días soleados se reflejan en la cabeza: piensas con más lucidez, las ideas las ves con más clarid...
-
"He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se le puede hacer. Puede resultar doloroso, pero no...
-
El tren se ha vuelto a poner en marcha. Agarro la caja con fuerza y me acuerdo de que no sé a dónde voy. Eso tampoco me preocupa demasiado. ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todo comentario y/o reflexión será bienvenida. Ahora bien, yo no te he insultado y te respeto. Espero que sea recíproco. Muchas gracias.