sábado, 14 de junio de 2025

Lluvia

La Lluvia arrecía tan fuerte que sólo dejaba ver escasos metros más adelante. 

Turbias eran las siluetas que de vez en cuando, cuando el concierto flaqueaba, aparecían en los mínimos trasquilones de esa cascada grisácea transformada en ríos sobre el asfalto. Esos ríos conectaban con el fondo de la postal, como al otro lado de un escaparate de esas vidas que son y en las que no está

Volvió a mirar los ríos, y de nuevo la cortina cortó esa conexión. 

Ruido gris. 

– Una amiga del tiempo –pensó en alto–; solo deja ver el aquí y lo poco que hay cerca, dejando lo lejano y lo de más allá en tiempo y forma, allí y entonces, tras la cortina del diluvio que riega el futuro... en tiempo y forma.

Lágrimas del cielo que lloran por lo que fue antes,
lo que es aquí
y lo que será allí... ¿mañana?...

Sea lo que sea,
cuando sea,
donde sea...

...será.




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